Qué es la termoterapia y sus beneficios

La termoterapia es la aplicación de calor en alguna parte del cuerpo, a través de cuerpos materiales que tienen una alta temperatura, todo con objetivos terapéuticos. Es decir, el calor se propaga o es conducido a través del cuerpo térmico hacia el organismo, generando bienestar.

De forma específica, alivia las molestias musculares, por ello la termoterapia es utilizada como tratamiento y también como una fase dentro de la recuperación y rehabilitación. Asimismo, la termoterapia se aplica por medio de varias técnicas y en distintas sesiones, cuyo tiempo varía según las necesidades en cada caso.

Es decir, depende de la zona a tratar y del padecimiento que presenta. Algunas de estas técnicas son envolturas calientes, arena caliente, bolsas químicas, almohadillas eléctricas y compresas húmedas calientes. También radiación infrarroja, aire seco, aire húmedo, parafina, parafango y termóforos.

Además, la termoterapia es una de las técnicas más utilizadas dentro de la fisioterapia, gracias a las facilidades que ofrece. En cuanto a los casos en los que conviene aplicar la termoterapia, se trata de contracturas musculares, desgarros musculares, espasmos y tendinosis.

También fibromialgia, bursitis, enfermedades osteomusculares y reumáticas, procesos inflamatorios, hipertonía, entre otros. Sin duda, conviene conocer cuáles son los beneficios de la termoterapia.

Genera un efecto sedativo y relajante

Cuando se aplica calor en el cuerpo, se produce un efecto sedante y de relajación, por ello es capaz de aliviar la fatiga muscular, así como evitar o prevenir los espasmos. También contribuye a evitar o aliviar las contracturas musculares, alivia el dolor en las articulaciones y el malestar generado por la artrosis y artritis.

Tiene efectos vasodilatadores

La termoterapia favorece el flujo de sangre, tiene propiedades analgésicas reduciendo o eliminando el dolor. También ayuda en lo relacionado a la nutrición de los tejidos y agiliza el proceso necesario para la eliminación de las toxinas en el organismo.

Posee poderes analgésicos e inflamatorios

La terapia de aplicación de calor suele ser una de las aliadas de la fisioterapia, para combatir el dolor, por ejemplo, luego de sufrir alguna lesión, así como el dolor generado por diversas enfermedades en las articulaciones. También puede ayudar a combatir la inflamación, la cual es una respuesta del organismo ante distintas situaciones.

En añadidura, la termoterapia optimiza la nutrición celular y la oxigenación, también es capaz de mejorar la restauración celular, mejorar la defensa y como si fuera poco, ejerce una acción antibacterial.

Es preciso destacar, la termoterapia ejerce sus efectos de manera gradual y la primera reacción tiene lugar en la circulación sanguínea. Por supuesto, en cada caso los efectos varían según el grado de temperatura aplicada, así como la duración de la sesión y el estado general de salud del paciente.

Además, es fundamental que las condiciones de cada una de las sesiones, sean recomendadas por un profesional de salud, junto al experto en fisioterapia. Esto para aplicar la temperatura adecuada, durante el tiempo necesario y así garantizar tratamientos y procesos de rehabilitación con el más alto nivel de efectividad, aprovechar al máximo los beneficios de la termoterapia.