El drenaje linfático manual (DLM) es una técnica utilizada en la fisioterapia, específicamente dentro del campo de la masoterapia. El objetivo de su aplicación es activar el sistema linfático y consiste en la realización de masajes suaves en distintas áreas del cuerpo.
En este sentido, el drenaje linfático manual logra optimizar la contracción de los vasos linfáticos y con ello, elimina los edemas y otras alteraciones que se derivan de la circulación incorrecta de la linfa.
Conviene resaltar que el sistema linfático se ocupa del transporte de los desechos que restan de la nutrición de las células hasta la sangre, los cuales son eliminados por el sistema excretor. Ahora bien, cuando dicho sistema no es capaz de realizar la depuración, los líquidos y sustancias quedan estancados y con ello aparecen los edemas. Es allí cuando el drenaje linfático manual proporciona la presión que permite mover o arrastrar los líquidos retenidos.
¿Cómo se realiza el drenaje linfático manual?
El drenaje linfático manual se centra en un masaje suave, no se trata de una presión demasiado fuerte, ya que solo podría bloquear los vasos linfáticos y con ello estancar la circulación. De hecho, este masaje tiene un conjunto de particularidades específicas, debe cumplir con ciertas pautas para garantizar su efectividad, al respecto:
- El movimiento de las manos debe ser lento y repetitivo, siguiendo la dirección de los conductos linfáticos y aplicando el nivel de fuerza adecuado.
- La piel no se debe resbalar o friccionar.
- Cada movimiento debe tener una fase de contacto, otra de presión y una de descompresión.
- Debe ser un masaje muy suave y completamente sin dolor, al contrario, debe generar una sensación placentera de relajación.
- El ritmo del masaje debe ser lento y armónico y tener continuidad.
Cabe destacar, el drenaje linfático manual también tiene beneficios para la defensa del organismo, interviniendo en los ganglios linfáticos. Además de los efectos drenantes, también ejerce efectos relajantes, analgésicos y cicatrizantes. Junto a ello mejora el aspecto de la piel, descontractura, estimula la movilidad intestinal, optimiza la circulación sanguínea y es capaz de regular el equilibrio del sistema nervioso, tiene una lista de beneficios realmente diversos.
¿Cuándo aplicar el drenaje linfático manual?
El drenaje linfático manual es una de las técnicas de fisioterapia más convenientes para el tratamiento de diversos padecimientos, entre problemas de origen traumático como hematomas, luxaciones, desgarros y distensiones musculares, también procesos postoperatorios.
Igualmente, artrosis, artritis, piernas edematosas, piernas cansadas y celulitis, fibromialgia y varices. También edemas generados por problemas renales, linfoestáticos, del sistema nervioso, el embarazo y la menstruación.
A ello se suman el acné, linfedemas de origen oncológico, problemas del aparato digestivo, hipertensión, hipotiroidismo, enfermedades de las vías respiratorias, estrés y ansiedad, además de vértigos, cefaleas y migrañas.
Igualmente es preciso resaltar, el drenaje linfático manual se debe aplicar con cierta frecuencia, para poder mantener los resultados, de lo contrario los beneficios serán solo temporales. De hecho, conviene aplicar el drenaje linfático manual en conjunto con otras técnicas para logra aun mejores resultados.
